sábado, 23 de marzo de 2013

La mercantilización de la solidaridad


LA MERCANTILIZACIÓN DE LA SOLIDARIDAD

UBICACIÓN DE UN PROBLEMA
En los primeros días de diciembre del 2012, luego de los ataques verbales y descalificaciones pronunciados por el dirigente de una de las CTAs el compañero Pablo Micheli contra los dirigentes del sindicato del subte (AGTSYP) se abrieron una serie de debates que terminaron expresando una clara definición sobre cómo se entiende el concepto de solidaridad entre trabajadores.
Como agravante, encontramos que estos ataques de esa fracción de la CTA contra los luchadores del subte ocurrieron en el mismo momento en que se desarrollaba un feróz conflicto de los trabajadores contra la empresa Metrovías, el Gobierno de Macri, y la patota de la UTA.

Es en un reportaje en America TV en el que Pablo Micheli enuncia el apoyo y ayuda brindada a la organización sindical del subte por parte del nucleamiento sindical que él conduce. Luego de enumerar los volantes y publicaciones financiados, las veces que se prestó el auditorio de ATE, Micheli plantea: ¿y cómo nos pagaron? No apoyando nuestra protesta del 20 de noviembre del 2012....
Este mismo concepto se repitió en un comunicado emitido por FeTERA Flores, titulado “En defensa de Pablo Micheli” al plantear que esa fracción de la CTA hizo muchísimo por los compañeros del Subte, pero que luego se ubicaron en otro lugar, no actuando por el paro que desde su sector sindical convocaron junto a los dirigentes Moyano (CGT), Luis Barrionuevo (CGT Azul y Blanco) y Buzzi (FAA).

Desde la Comisión Gremial, desde nuestra experiencia de años lucha en el gremio mercantil y desde la pelea por los puestos de trabajo en La Toma o en otros supermercados, ha sido muy recurrente que nos plantearan: Nosotros que estuvimos en el primer momento bancando, ahora vienen otros a usar el lugar y subirse... Acusándonos por abrir el establecimiento ocupado por sus trabajadores y en lucha contra el desalojo, a que además de ellos, sea utilizado por otros compañeros y compañeras que no comparten sus ideas y sostienen otras.
En una oportunidad un dirigente nos planteo que como estuve desde el primer tiempo apoyando yo tengo derecho a usar el nombre de La Toma en las convocatorias que yo apoye.
Recordamos que en ocasión de uno de los encuentros de fábricas ocupadas y trabajadores en lucha un compañero de una textil ocupada le respondió con sencillez a un dirigente de un Comité Central de un partido de izquierda Uds nos apoyan y nos sacan por todos lados mientras les decimos que a lo que Uds proponen... Ahora, en cuanto opinamos distinto a Uds. se enojan y no nos dan más apoyo de ningún tipo...
No queremos abrumar con ejemplos de experiencias en las cuáles el concepto sobre la solidaridad que tan claramente definió el compañero Pablo Micheli se ha venido expresando y manifestando como práctica corriente y casi mayoritaria entre organizaciones y militantes del movimiento obrero y popular.
Es decir para muchos compañeros, el otorgar solidaridad a un sector de trabajadores o compañeros en lucha genera un “valor” que debe ser pagado, casi que consideran a la solidaridad como un “bien de cambio” que se corresponde con una obligación de acompañar movimientos posteriores.
Este concepto y ejemplos de este tipo, que seguramente cualquier compañero militante encontrará muchos más, nos impulsan a plantearnos los siguientes interrogantes:
¿El haber apoyado una lucha genera una obligación de contraprestación en acompañamiento ideológico a la parte que recibió la solidaridad?
¿El creer que se ha sido solidarios con un conflcto desde un tiempo calendario supuestamente anterior a otros, otorga derechos que imponen condicionantes sobre las decisiones de ese colectivo en lucha desde ese momento??
¿El apoyar una lucha, otorga derechos sobre el futuro de la misma o genera responsabilidades?
¿Es acaso la solidaridad un bien cuyo valor – como dice Micheli – debe ser pagado?

NUESTRA POSICIÓN AL RESPECTO

Consideraríamos lamentable, tomar esta necesaria reflexión sobre un tema tan extendido e incorporado en la práctica militante, como si fuera una polémica descalificante contra tal o cuál compañero.
Planteamos este problema porque consideramos que analizar colectivamente esta cuestión, puede ayudarnos a fortalecer las relaciones fraternales entre militantes y organizaciones del movimiento obrero y popular, en un tema fundamental para enfrentar o confrontar con las situaciones de adversidad que soportamos los trabajadores cotidianamente.
Por eso estamos convencidos que sostener esta idea mercantilizada de la solidaridad es un grave error que nos perjudica a todos, más allá de los alineamientos o posiciones que sustentemos circunstancialmente.
Nos proponemos mediante estas líneas aportar al debate sobre el tema, ya que de nuestra parte y en nuestra acción hemos tratado por todos los medios de sostener un concepto distinto.
Es de conocimiento público las enormes diferencias que hemos tenido por el asunto de los sucesos violentos que fomentaron y organizaron las patronales lecheras en Rosario, sin embargo ello no condicionó nuestro acompañamiento solidario en todo momento.
Lo mismo podemos decir de la forma en la cuál hemos puesto a disposición de todos los sectores la utilización y el compartir el local ocupado por los trabajadores en La Toma a todas las corrientes del movimiento obrero y popular sin distinciones de ningún tipo.
Nosotros estamos convencidos que la solidaridad que se brinda es para fortalecer las posiciones de lucha y de organización del movimiento obrero y popular, no para recibir algún pago en “lealtades” ideológicas.
En el conflicto de los supermercados Lorena Eki nuestro máximo orgullo fue impulsar el acompañamieto solidario de todos los sectores (especialmente los que más nos critican) y jugarnos con todo por fortalecer el reclamo sin aspirar siquiera a un centímetro de figuración al respecto... Nuestro triunfo no son las fotos, son los compañeros trabajando y la patronal debiendo reconocerles la antigüedad...
¿Qué clase de solidaridad se brinda cuando se especula con la “captación” ideológica de los compañeros que necesitan de nuestro apoyo???
Compañeros, compañeras, estamos seguros que si nos detenemos un segundo a reflexionar sobre este concepto veremos la enorme deformación que se ha ido imponiendo por confusión y exagerado fraccionalismo entre los integrantes del movimiento obrero y popular.

SOLIDARIDAD POR UN LADO, DEBATE DE IDEAS POR OTRO

Creemos que es un gran error haber mezclado la práctica de la solidaridad con nuestros hermanos de clase en lucha, con el necesario debate franco y duro entre posiciones que sustentamos los distintos sectores de militantes de las distintas corrientes del movimiento obrero y popular.
Para nosotros allí está la raíz de un concepto altamente equivocado que si bien, Micheli lo expresó con crudeza, no es el único que lo sostiene.
Consideramos que es hora de revertir esta confusión y este problema.
Por supuesto, que cada organización tiene el derecho de decidir de qué forma y de qué manera acompañará o no un reclamo.
Tiene derecho, incluso, a ignorar una lucha, si no considera que determinada experiencia sea digna de acompañamiento.
Es un legítimo derecho expresar dentro de su voluntad o dentro de sus posibilidades la forma en la cuál una organización decide acompañar un conflcto de trabajadores, lo inadmisible es condicionarlo o pasarse abiertamente al boicot o al enfrentamiento porque no nos pagaron como esperábamos...
Nuestra experiencia de militancia nos ha enseñado que la solidaridad fortalece al conjunto del movimiento obrero y popular.
Nos fortalece brindarla con aquellos compañeros que no comparten nada de lo que hemos realizado en años de militancia y lucha, nos fortalece brindarla a quienes nos difaman o a quienes nos han prohibido difundir nuestros reclamos inclusive en actividades realizadas dentro de La Toma.
Por supuesto, que existen enormes posibilidades de que estemos equivocados y que el concepto que considera a la solidaridad como bien de cambio esté más ajustado a las reglas de cierta lucha política o para escalar posicionamientos en cargos de representación o para obtener cierta figuración mediática.
De nuestra parte consideramos que la solidaridad se brinda sin esperar nada a cambio. Y que las ideas divergentes deben ser discutidas en otros ámbitos y situaciones.
Que mezclar los conceptos y pasar de la solidaridad al boicot por diferencias de posicionamientos es una acción desgraciada que atenta contra el conjunto de los sectores populares.


Esperando que estas ideas ayuden al conjunto de la militancia obrera y popular aprovechamos para saludarlos fraternalmente.

Carlos Ghioldi

Discutido y aprobado por
los integrantes de la
COMISIÓN GREMIAL
Diciembre de 2012